Atletas del Atlántico: del estreno en los Juegos de Hitler, a la velocidad de Merlano y Zambrano
El atletismo iniciará este viernes en Río de Janeiro con dos del departamento entre los mejores del planeta.
Hace exactamente 80 años, un atleta barranquillero enarboló por primera vez la bandera del Atlántico en unos Juegos Olímpicos.
Eran los Juegos Olímpicos de 1936. Para ese entonces, Berlín ya se encontraba sumergida en las redes del nazismo y Adolfo Hitler comenzaba a extender por Alemania la cultura del antisemitismo y ya había levantado la esvástica del partido Nazi como el símbolo nacional.
Europa central era un hervidero de tensiones diplomáticas y desde las cuatro puntas del mundo se avecinaban los susurros de la guerra, alimentados por los rumores de desaparición de judíos, gitanos y otros grupos.
Fue, en medio de ese clima de tensión, donde desembarcó Pedro Del Vecchio, el primer ‘currambero’ en participar en unas justas orbitales. Desde su puesto de privilegio, el ‘Rey de las alturas’ como era apodado, pudo ver el desaire del afroamericano Jessi Owens quien ganó cuatro medallas de oro frente a los bigotes del mismo Führer quien vio caer en desgracia a su perfecta raza aria.
Del Vecchio llegó a esos juegos como uno de los mejores saltadores de altura del país. Sin embargo, una lesión le privó de participar en aquellos juegos por lo que vio frustrado su deseo.
Hoy, ocho décadas después hay dos representantes del Atlántico quienes buscan dejar en lo más alto la bandera albirroja.
Desde este viernes el atletismo arranca en las justas de Río de Janeiro, donde la barranquillera Briggite Merlano y el guajiro Anthony Zambrano -quien compite bajó el registro de este departamento- llevarán la bandera albirroja buscando hacer historia.
Algo que califica como “histórico” Orlando Ibarra, presidente la Liga de Atletismo del departamento quien los vio nacer para este deporte.
“A Briggite Merlano la conozco desde que era una niña. Ella llegó a la Liga en la época en la que yo todavía era atleta competitivo, por allá en el año 1998. Es una mujer muy dura para entrenar y ha dedicado muchos años a esto”, explicó Ibarra quien representó al Atlántico durante los Juegos Nacionales de 1992.
“Toda su vida la ha dedicado a salir adelante, siempre se ha dedicado a trabajar. Le ha puesto mucho empeño a su formación. Ella llegó a la Liga por intermedio de las escuelas de formación del Distrito y ha hecho el trabajo”, explicó.
Por eso, verse en este momento cumpliendo su segunda expedición olímpica tras su paso por Londres 2012, la llena de más que orgullo a la competidora de los 100 metros vallas.
“Es la mejor experiencia, ya que los juegos significan el evento deportivo más grande del planeta. Y bueno, es como quien dice, la lucha de gladiadores los mejores del mundo”, apuntó la barranquillera a Zona Cero, a pocos días de su debut.
Merlano buscará algo más que una siempre buena actuación: busca la revancha a lo que fue su amarga experiencia en Londres, donde una lesión la privó de poder competir a plenitud.
“Londres no fue como quería porque tuve la lesión. Así que ya eso es parte del pasado. Lo importante es que me la disfruté. Cuando entré a la pista tenía mucha alegría en mi corazón ya que no es fácil clasificar a los Olímpicos. Es muy duro. Se pasa por muchas adversidades y cosas bonitas”, aseguró.
La carrera de Merlano vislumbra en algunos años su retiro.
“Ella quiere retirarse tras los Juegos Centroamericanos de Barranquilla. Su sueño siempre ha sido competir en frente de su gente. Así, poder ser campeona y retirarse como campeona en su ciudad”, recordó Ibarra.
En contraste a su joven compañero de delegación, Anthony Zambrano quien hace dos años llegó a la Liga y desde entonces su despunte ha sido trepidante.
“Zambrano llegó por el programa de los Juegos Intercolegiados. La verdad es que se le vieron las condiciones. Eso fue en en el 2012”, expresó Ibarra quien le abrió las puertas a una revitalizada Liga que ya contaba con una pista atlética para dar la oportunidad a sus competidores.
“Cuando yo estoy corriendo siento una felicidad. Para mí es un anhelo porque cada vez que corro es un momento más de mi vida que disfruto y que le doy de alegría al público. Correr es vivir, porque los tiempos libres no los coges para nada malo sino para divertirte en la pista, charlar con tus amigos y a la vez practicar”, expresó Zambrano antes de embarcarse en su aventura Olímpica, unos meses atrás.
“La verdad es que él tiene unas condiciones naturales extraordinarias. Además le ayudó el hecho que desde niño trabajó, pues trabajaba como bicitaxi y pedaleando sus piernas se fueron fortaleciendo”, explicó Ibarra.
El joven, quien nació en La Guajira y que se formó integralmente en la Liga del Atlántico, descrestó en los recientes mundiales juveniles donde llegó a las finales de los 400 metros planos y clasificó a Río de Janeiro como uno de los integrantes del equipo de relevos 4X400.
“Lo que yo quería lo logré, poco a poco uno tiene que ir subiendo. Dije que Colombia iba a quedar en los más alto y lo logré. Yo nunca me venzo. El que lo hace no es nadie”, remató Zambrano.
Merlano debutará el 16 de agosto en las eliminatorias, mientras que Zambrano hará lo propio tres días después, el 19 de agosto durante las primera ronda eliminatoria. Ahora el reto es complicado, ante los velocistas de Jamaica, Estados Unidos, China, y los europeos serán pruebas muy difíciles pero aún sueñan con las oportunidades
“Eso esperamos, que por lo menos tengan la oportunidad. Es difícil, pero no imposible”, resaltó Ibarra quien seguirá en procura de fabricar a los grandes velocistas que representen al país en las justas más importantes del mundo.